Vivimos en un mundo, por lo menos en la parte occidental, en donde el individualismo se ha esparcido a lo largo de las sociedades, comenzamos a tomar nuestras propias decisiones, ser autosuficientes y sobresalir a través de nuestros propios méritos. Y en teoría esto no esta nada mal, pero en la realidad el individualismo ha llevado a extremos en donde no es viable para vivir en una sociedad, nos olvidamos de las libertades de los demás, buscamos nuestro propio bien sin importar el de las otras personas, juzgamos sin fundamento y nos apartamos de la cooperación.
El ser humano ha probado desde hace tiempo ser una especie social, requerimos de la cooperación de otras personas para, literal, sobrevivir, el convivir con otras personas resulta en reacciones biológicas benéficas para nuestro cuerpo y necesarias para nuestra longevidad. Entonces no podemos pensar que el individualismo es lo mejor para nuestra sociedad.
Sí, esta bien que puedas ser autónomo en muchas circunstancias, que tengamos la libertad de decidir hace que nos sintamos motivados en la vida y sin duda debemos de ver por nuestro bienestar físico y emocional para tener mejores relaciones, sin embargo, eso no quiere decir que tengamos que irnos al extremo de rechazar a los demás, olvidarnos de sus libertades y vivir solo para nosotros. Cuando las sociedades trabajan en cooperación y comunidad son más fuertes, hay más respeto, menos violencia de cualquier tipo, se trabaja por objetivos en común, se ayudan entre sí y viven más.
Creo que podemos conservar nuestro individualismo, nuestra libertad, pero también es fundamental crear consciencia de que ser cooperativo con las demás personas, generar un sentido de comunidad, ser compasivos, amables, empáticos y respetuosos nos llevará a mejorar nuestra calidad de vida y la de los demás.
Si todos trabajamos por el bien de las personas y para que todos tengamos calidad de vida otro mundo sería.
Es por esto que creo que las organizaciones tienen una responsabilidad con las sociedades más allá de los productos y servicios que ofrecen o de ser una “empresa socialmente responsable” en donde existen programas para mejorar la calidad de vida de comunidades indígenas o hacer donaciones a orfanatos etc., que claro que es muy útil, pero la responsabilidad social a la que me refiero es con la gente que trabaja para ellas.
Las organizaciones deben de ver el beneficio que pueden dar a las sociedades en general, al mundo. Sus colaboradores son el recurso más importante que tienen, sin ellos la organización no sería viable, también son el conducto del cambio y de la mejora de una comunidad, y no solo porque trabajan ahí, sino porque tienen la capacidad de aprender, de desarrollarse, de generar mejores valores que se propagan a sus familias y que a su vez se ven reflejados en la sociedad en general. Es como una cadena de mejora continua social.
Sabemos que los padres y las escuelas dan a los niños y jóvenes las herramientas, la moral y la ética para vivir en una sociedad, pero parece como si esto se quedara solo ahí en esos años de estudiantes, cuando en realidad creo que aprender a vivir en una sociedad donde se genere un bienestar común es algo que se va madurando más allá de la educación institucional y nunca se detiene.
Las empresas e instituciones tienen en sus manos la responsabilidad de crear culturas organizacionales donde se vivan y trabajen fortalezas, competencias, y valores que permitan desarrollar mejores seres humanos (colaboradores) y que estos a su vez puedan llevar a sus hijos, familia y amigos estos aprendizajes a través del ejemplo.
Podemos verlo así, las organizaciones tienen la oportunidad de crear menos racismo, homofobia, machismo, indiferencia, intolerancia, falta de respeto, abuso, violencia y contaminación a través de la educación de sus empleados o colaboradores creando una cultura organizacional que se extienda a las sociedades.
Una empresa que cuida a sus trabajadores, desarrolla sus capacidades y fortalezas, se preocupa por su salud, es compasiva, colaborativa y mantiene valores y ética, está trabajando para el futuro de la humanidad, está colaborando a tener personas mejor preparadas y que se preocupan por el bien común, y como consecuencia adicional las organizaciones tendrán mejores resultados, mayor eficiencia y efectividad.
