Cuando estamos estresados es más difícil tener hábitos saludables mente y cuerpo, pero es cuando más los necesitamos.
El estrés es un estado de emergencia. El cuerpo reacciona a través de la respuesta de huir o pelear, en estrés el cuerpo sabe que necesita sobrevivir y, por tanto, debido a una adaptación evolutiva que no se ha actualizado al mundo de ahora, nuestro cuerpo cree que va a necesitar mucha más energía y comienza a utilizar la energía de los músculos y la energía de la grasa transformándolas en glucosa.
Se almacena grasa cerca de los órganos como el hígado para tenerla disponible más rápido, es por esto que quizá veamos un aumento de la grasa en nuestro abdomen dando lugar a esa espantosa pancita que tanto odiamos.
Y si eso no fuera poco, aumenta nuestro apetito porque, bueno, según el cuerpo necesitamos más energía a.k.a comida.
Aparentemente nuestro cuerpo no sabe que ya es el sigo XXI y que no vamos a estar corriendo por días sin comer y que realmente no nos persigue un tigre sino nuestro jefe o todas las responsabilidades del día a día
Gracias a una reacción química llamada glucólisis que transforma la comida en glucosa (energía) se generan más radicales libres de lo normal, dando paso al estrés oxidativo que oxida las células y adelanta nuestro envejecimiento.
El estrés oxidativo puede causar condiciones como demencia, infartos, arterioesclerosis y Alzheimer.
El estrés no solo nos demanda más energía y la almacena por si acaso haciendo que aumentemos de peso y nos hagamos viejitos más rápido, también el estrés nos demanda más cantidad de nutrientes.
Cuando estamos estresados necesitamos darle al cuerpo la cantidad necesaria de nutrientes para contrarrestar los efectos nocivos de todas las reacciones y procesos que el cuerpo pone en marcha debido al estrés.
Si tenemos una dieta baja en alimentos naturales y nutritivos, estamos dejando que el estrés dañe a nuestro cuerpo a corto y largo plazo.
El tener una dieta rica en vegetales, frutas, legumbres y granos enteros nos dará la ventaja para que a pesar del estrés que podamos tener, nuestro cuerpo no sufra y prevenimos así enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro.
Es importante saber que el requerimiento nutricional de cada persona es distinto aún así sabemos que mientras más alimentos naturales, limpios y nutritivos comamos será mejor para nuestro cuerpo sí o sí.
Por otro lado, cuando estamos estresados el cuerpo trata de mantenernos alerta pero al mismo tiempo guardar energía, es por esto que no podemos dormir bien por las noches y nos sentimos cansados todo el tiempo.
El cansancio no solo es físico sino también mental. La fatiga mental hace que perdamos la auto-motivación para tomar decisiones saludables y aunado con el aumento de apetito que nuestro cuerpo en estrés nos reclama se hace mucho mas complicado comer una ensalada en vez de una pizza.
En momentos de estrés es muy importante mantener nuestro enfoque en la salud y así evitar mayor daño a nuestro cuerpo. Para tomar mejores decisiones sobre nuestra salud necesitamos entender y aprender cómo funcionamos en estrés, centrarnos en las necesidades reales del cuerpo. Reducir el estrés a través de atención plena a nuestras emociones, entender el proceso por el cual estamos pasando, indagar qué y porqué estamos estresados y ser autocompasivos.
Cuando el estrés se presente en tu vida ya sabes el proceso por el cual está pasando tu cuerpo y sus requerimientos, come más nutrientes (frutas, verduras, legumbres, nueces y granos enteros), más antioxidantes (como las frutas de color morado o rojo o el té verde), reduce tu estrés con ejercicios de relajación (yoga, thai chi), medita y conecta con personas queridas para generar mayores emociones positivas.
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