Te has puesto a pensar sobre tu vida y dices, “cuando tenga el trabajo de kis sueños estaré feliz”, “cuando tenga un hijo seré feliz”, “seré feliz cuando tenga una pareja adecuada”, “No seré feliz si no consigo el negocio”, “A los 50 años no seré igual de feliz que cuando tenía 20 años” etc. etc.
A veces pareciera como si la vida fuera una parada de camión eterna, en donde solo estamos esperando a que pase el camión adecuado o el que nos convenga y si no pasa estamos ahí esperando sentados sin movernos y sin disfrutar de lo que pasa alrededor. La vida no es ir de meta en meta, y que mientras esperamos a que llegue la siguiente meta no tener felicidad o no disfrutar. Resulta que ese espacio entre meta y meta se llama vida también y a veces lo estamos desperdiciando, esperando nuestro siguiente sueño hecho realidad.
Dice Dan Gilbert que las expectativas que tenemos hacia el futuro buenas o malas no son nada más que proyecciones de lo que estamos pensando y sintiendo ahora. Estas proyecciones no son un reflejo de la realidad que vamos a experimentar en cuanto eso que queremos o evitamos se haga realidad. Así que, en ese sentido, nuestra mente nos juega un engaño y nos da falsas promesas o especulaciones sobre una vida futura y mientras tanto estamos desperdiciando el momento presente, dejamos de disfrutar la vida hoy esperando el futuro y pasamos por alto oportunidades de felicidad. Además, nos aferramos a creencias y pensamientos que usualmente son mitos.
En este libro Sonja Lyubomirsky, una de las investigadoras más reconocidas sobre las ciencias de la felicidad, nos hace repensar acera de esos mitos o mentiras que nos cuenta nuestra mente cuando vamos caminando por la vida en las principales áreas que nos preocupan más, las relaciones personales, el trabajo y dinero y nuestra vejez. Es un libro para liberarnos, para dar tranquilidad a nuestra alma sobre el futuro y tratar de ver una nueva perspectiva de la vida a través de investigaciones científicas que demuestran dónde reside realmente la felicidad y qué hacer para poder tenerla presente disfrutando el camino de la vida.